La ruta comienza en el pueblo de Ordovés en el valle del Guarga, en Huesca y asciende por pistas hasta la sierra del Portiello, para llegar hasta el pueblo de Cerésola. En ella disfrutaremos de unas buenas vistas de la sierra de Guara y del pico de Oturia.
La mejor época para disfrutar de esta ruta es en otoño o primavera. No es recomendable transitar por las pistas en invierno, porque podemos encontraremos con nieve, dada la altitud a la que se asciende, 1326 m. Tampoco es recomendable realizarla en verano, ya que los paisajes no son tan bonitos e incluso el río Guarga llega a quedarse sin agua.
Para realizar esta ruta es necesario un Todo Terreno, no siendo recomendable subir con un SUV ( todocamino sin reductoras ) ya que la pista está muy rota por las tormentas. Además debemos asumir que la pintura de nuestro coche se puede arañar por la vegetación, que en algunos puntos invade totalmente la pista.
El mapa empleado para seguir la ruta es: CARTOGRAFÍA MILITAR DE ESPAÑA E1:50.000 mapa de Yebra de Basa (nº210).
La ruta comienza en la carretera A-1604, que sale a píe del puerto de Monrepós hacia Boltaña , en el punto kilométrico 3.95, con coordenadas (42°23.859'N y 0°20.661'W), en un desvío señalado con Ordovés.
A unos 400 m nos encontramos con un cruce; hacia la izquierda nos lleva a Ordovés y a la derecha hacia Abenilla.
Merece la pena desviarse unos 0.5 Km hacia Ordovés para visitar la preciosa iglesia románica de San Martín de Ordovés, donde obsevaremos unas bonitas imágenes.
Existe una leyenda muy interesante sobre una piedra mágica que se guarda en Ordovés, que adjunto a continuación:
"La Piedra Milagrosa de Ordovés".
En varios pueblos del Serrablo he oído contar las virtudes de una piedra para curar animales a los que ha picado una víbora o un escorpión, o que han tomado algún veneno. Se trata de la piedra de Ordovés.
Se coge la Piedra de Ordovés y se sumerge en cualquier recipiente que contenga agua. El agua con esta sola inmersión adquiere prodigiosas propiedades para sanar las picaduras y los envenenamientos. El agua conserva su poder medicinal durante años y años. En muchas casas de los pueblos del Serrablo, siempre tenían una botella llena de esta agua curativas, y la rellenaban antes de que se terminara.
La Piedra de Ordovés y el alambre de latón que la protege, presentan un aspecto brillante, pulidos por el uso. Ya está desgastada de tanto emplearla. El alambre se lo pusieron para que no se partiera. Cuentan también que antes la prestaban a quien se la pedía, pero una vez alguien intentó romper la piedra para quedarse con un pedacito de la misma. Desde entonces ya no dejan que nadie se la lleve. Un detalle se observa desde el primer momento: está formada por dos tipos distintos de roca, aunque resulta difícil reconocer, a primera vista, de qué tipos de roca se trata. Recordando su forma de pata de cabra, diremos que la pezuña es de un tipo de roca distinto del que sobre ella forma una arista muy aguda. Esta arista parece de material mucho más duro.
Sobre el origen, dicen que salió de una serpiente. En la comarca se habla de ella llamándola "la piedra de la serpiente de Ordovés".
Se podrá dudar de los efectos prodigiosos de la Piedra de Ordovés, pero en torno a ella hay un prodigio cierto: es el de su conservación, su uso y, sobre todo, la explicación de su origen, que aún se recuerda.
Severino Pallaruelo Campo.
Serrablo Año III Nº 50. Dic. 1983
Revista de la Asociación de Amigos del Serrablo
Después de visitar Ordovés, continuamos hacia el pueblo de Abenilla. La pista está bastante rota por las tormentas y con muchas piedras sueltas, por lo que debemos ir despacio.
Más adelante llegaremos a las ruinas de la pardina de Buesa, donde todavía se conserva una placa en la que podemos leer sus orígenes, en el año 1905.
Continuamos ascendiendo prestando atención a las muchas agueras profundas que las tormentas han hecho en la pista. Debemos tener cuidado al pasarlas para no dañar los bajos de nuestro coche.
Seguimos por la pista ascendiendo hacia el pueblo abandonado de Abenilla, que veremos a nuestra derecha.
Más adelante llegaremos a un cruce, en las coordenadas (42°25.882'N y 0°19.404'W), desde donde podemos ir a visitar Abenilla, que está a 1.5 Km por la pista de la derecha.
Continuamos ascendiendo por la pista en la que nos encontraremos alguna zona con barro, que no plantea ningún problema.
Conforme vamos ganando altura, tenemos mejores vistas de nuestro entorno. Podemos ver ya la sierra de Guara a la derecha y el monte Oturia a la izquierda.
Tras disfrutar del paisaje, seguimos por la pista que continúa ascendiendo hacia un bosque de pinos que nos queda en frente.
Recorremos un tramo de pista dentro del bosque, donde encontraremos algo más de barro y una pista poco usada que empieza a ser cada vez menos visible. Tenemos que prestar atención al cruce de pistas en las coordenadas (42°26.556'N y 0°18.540'W), donde debemos girar a la derecha.
Continuamos por la pista hasta llegar a un nuevo cruce, con coordenadas (42°26.297'N y 0°17.658'W). Debemos tomar la pista inferior que va hacia Sandiás y Cerésola.
Aprovechamos para disfrutar las vistas que tenemos desde aquí de la sierra de Guara a la derecha y del monte de San Cocobá y el monte Oturia a la izquierda.
Seguimos por la pista que se introduce de nuevo en un bosque de pinos. La pista está cada vez con más vegetación por su falta de uso.
Más adelante nos encontramos con un pino caido sobre la pista. Es aconsejable en este tipo de rutas, llevar a mano un serrucho para madera, que nos permitirá continuar con nuestra ruta cortando unas pocas ramas..
La vegetación está invadiendo la pista y hay zonas en las que probablemente arañemos un poco la pintura del coche.
Un poco más adelante llegaremos al paraje denominado El Llano, desde donde tenemos las primeras vistas del pueblo abandonado de Sandiás al frente y del pueblo de Artosilla un poco más abajo..
La pista está prácticamente cubierta por la vegetación, por lo que tenemos que poner mucho cuidado con las piedras escondidas bajo la hierba y los arbustos que arañan la carrocería del coche.
Por fín llegamos a las ruinas del pueblo de Sandiás, con coordenadas (42°26.299'N y 0°16.131'W). Apenas quedan en pie los muros de algunas casas y lo que un día fué su iglesia, con la sierra de Guara al fondo.
Tras la visita a las ruinas de Sandiás, seguimos por la pista poco visible que cruza el pueblo hacia Cerésola, que discurre por el bosque.
Más adelante salimos a una zona de matorrales, desde donde tendremos vistas al valle del Guarga al frente y a la sierra de Guara a la derecha.
Continuamos descendiendo por la pista, que discurre por la ladera de la sierra de Picardiello, para llegar al pueblo de Cerésola, habitado y que mantiene en pie su iglesia en honor a Santa María y mayoría de sus casas.
Seguimos nuestra ruta por la pista que baja desde Cerésola hasta la carretera A-1604, en el punto kilométrico 15.5. Esta pista tiene unos 8 Km y está en buen estado.
Aproximadamente a un kilómetro desde Cerésola, veremos a la izquierda las ruinas de otro pueblo, llamado Fenosilla
Tras recorrer unos 7 kilómetros desde Cerésola, y a un kilómetro de la carretera A-1604, en las coordenadas (42°24.701'N y 0°13.769'W), llegamos a un cartel informativo sobre la Ermita de San Úrbez de Cerésola, que está a unos 100 m andando por la senda.
Seguimos descendiendo por la pista y llegamos a la cerretera A-1604, donde termina nuestra ruta. Podemos aprovechar para ver las pozas del río Guarga, que tienen un color turquesa precioso, salvo en el mes de Agosto, que suele quedarse prácticamente seco.
Si te interesa conocer más cosas sobre el valle de la Guarguera, te recomiendo que visites la siguiente página:
guargueraviva.org
Espero que os guste la ruta. Y si os interesa alguna foto con más calidad, mandarme un e-mail.
Si deseas la ruta para GPS (UPT, RTE y LOG), pincha aquí.
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