Desde Junio del año 2011, está prohibido el paso de vehículos a motor por esta ruta del Plazaola.
Si queréis ver los detalles, consultar lo siguiente:
Siempre podemos hacer la ruta en bicicleta, que es un recorrido bonito y sencillo.
La ruta comienza en el límite de provincia entre Navarra y Guipúzcoa, por la vía desmantelada del tren Plazaola, en el valle del río Leizarán.
La mejor época para disfrutar de esta ruta es en otoño o en primavera.
El trazado no es complicado, pero es recomendable ir con todo terreno.
Los mapas empleados para seguir la ruta son: CARTOGRAFÍA MILITAR DE ESPAÑA E1:25.000 mapa de Andoain (nº64/4) y mapa de Berástegi (89/2).
Nuestro punto de partida será el pueblo de Leiza, donde tomamos la NA-170 dirección San Sebastián hasta llegar a un cruce en el kilómetro 2,6. Ahí nos desviamos por la NA-1320 dirección Berástegi. Nada más cruzar sobre el río Leitzarán, llegamos a una pista que sale a nuestra derecha, con coordenadas ( 43° 05.857'N y 1° 56.934'W). A la entrada de dicha pista, está el área de recreo de Zubieta, con varias mesas junto al río Leizarán.
Continuamos por la pista que atraviesa el área de recreo, bordeando el río Leizarán, que nos queda a nuestra derecha. Más adelante pasaremos bajo un viaducto de la autovía A-15, con coordenadas (43° 06.185'N y 1° 56.712'W).
Seguimos por la pista junto al río Leizarán y tras recorrer aprox. un kilómetro, pasamos por un puente sobre dicho río, entrando en el trazado del tren Plazaola.
Enseguida llegamos al primer túnel del trazado; en nuestra ruta pasaremos por un total de 29 túneles.
En cada uno de los túneles podemos observar una placa en la que se puede leer: Plazaolako Bidea, que significa camino del Plazaola.
Como en cada una de las rutas, intento adjuntar, además del trazado y alguna foto, unos comentarios que nos sirven para conocer un poco mejor los lugares que visitamos en cada una de las rutas.
En esta ruta creo que es importante conocer un poco de la historia del ferrocarril que, un día, circuló por esta vía.
El ferrocarril original del Plazaola se construyó con la única finalidad de recorrer el valle de Leizarán para dar servicio a las Minas de Bizkotx o Plazaola, transportando el mineral de Plazaola hasta Andoain, donde se transbordaba al Ferrocarril del Norte, con destino al puerto de Pasajes.
Posteriormente fue ampliado para unir las capitales Navarra y Guipuzcoana, pasando a denominarse Ferrocarril de Pamplona a San Sebastián.
El tramo guipuzcoano transcurre en su totalidad por el valle del Leizarán, y el tramo navarro por el mismo valle y por el del río Larraun. El tramo navarro se está recuperando como Vías Verdes para ir caminando o en bicicleta.
Nuestra ruta discurre por la zona guipuzcoana del Plazaola, que está abierta al tráfico. Dentro de su recorrido guipuzcoano, la travesía que realizaba el ferrocarril a lo largo del valle del Leizaran, se caracteriza por su trazado sinuoso y de encajonada orografía, lo que originó la construcción de numerosos túneles y puentes en un espacio reducido.
Partiendo de Andoain, el camino se adentra hacia el valle del Leizarán y atraviesa los lugares de Bertxin, Inturia, Olloki y Ameraun, hasta llegar a la zona de las minas de Bizkotx y a Plazaola, lugar en el que se alcanza el límite provincial entre Navarra y Guipúzcoa.
En Andoain el tren del Plazaola se situaba a una altura de 65 metros sobre el nivel del mar, y hasta la salida de Guipúzcoa ascendía a 405 metros, salvando un desnivel de 340 metros en 20,2 kilómetros.
La construcción del ferrocarril del Plazaola comenzó en Junio del año 1902 y se inauguró en el año 1904 con una locomotora de vapor, de la casa Krauss, y posteriormente se añadieron otras dos locomotoras más de la misma casa.
El tren paraba directamente en los cargaderos de mineral de Bizkotx, situados inmediatamente bajo los hornos de calcinación de las minas de Bizkotx o Plazaola.
El mismo año de su inauguración obtiene licencia para transportar también pasajeros. Con ello no se pretendía establecer unos servicios regulares, sino más bien atender a los trabajadores del valle (centrales hidroeléctricas, mineros, carboneros...).
En el año 1908 se estudio la posibilidad de un ferrocarril para unir Pamplona con Pasajes. Para ello se aprovechó la línea Plazaola - Andoain ya existente en el valle del río Leizaran. El tramo de Pamplona a Plazaola se comenzó el año 1910 y el tramo de Andoain a Lasarte, el año 1911.
Finalmente quedaron unidos los tres tramos (correspondientes a tres concesiones diferentes) para crear un ferrocarril único. Para cubrir el nuevo servicio mixto de viajeros y mercancías entre Pamplona y San Sebastián se adquirieron siete nuevas locomotoras de vapor, de las casas alemanas Krauss y Maffei. El servicio al público entre Pamplona y Lasarte fue abierto el 25 de Enero de 1914.
El ferrocarril Plazaola nunca fue rentable. Nació pensando en las minas, pero éstas dejaron de funcionar enseguida. Se diversificó con el transporte de viajeros, pero tuvo que sufrir la tremenda competencia del transporte de viajeros por carretera; la batalla por abaratar los precios era continua; tampoco aquí se cumplieron las previsiones. No había renovaciones ni mantenimiento del material; en sus últimos años el tren estaba en un estado lamentable de conservación, lo que, unido al hollín, hacía que los viajes fuesen realmente incómodos.
Las precipitaciones caídas en Octubre del año 1953 provocaron unas inundaciones catastróficas, provocando en el ferrocarril de Plazaola que muchos puentes, terraplenes y muros de contención (sobre todo en el valle de Larraun) quedaran destruidos. El servicio entre Pamplona y Lasarte quedó paralizado, al no repararse los destrozos de las inundaciones en la vía del Plazaola.
El tren siguió realizando algunos servicios locales de transporte de madera, entre Olloki y Andoain durante unos años. Fue en uno de estos viajes (el 28 de junio de 1957) cuando el tren atropelló al párroco de Andoain D. Rosendo Recondo, tal como se recuerda en una placa junto al túnel nº 30.
Al final, la Compañía obtuvo el 5 de Septiembre del año 1958 el permiso para levantar las vías y cerrar definitivamente la línea.
Si quieres profundizar más en la historia del tren de Plazaola, entra en el siguiente enlace:
Ahora que conocemos un poco la historia de este ferrocaril, vamos a continuar con nuestra ruta. Una vez que hemos entrado en la vía del Plazaola, podemos olvidarmos del GPS y cartografía, puesto que no tenemos más posibilidad que seguir el trazado de la vía hasta llegar al final de la ruta, en el parque de Otieta.
Toda la ruta transcurre por una pista en muy buen estado, en la que se van enlazando túneles con puentes, siempre con el río Leizarán a nuestro lado.
Tras pasar unos cuantos túneles, encontraremos un desvío hacia los hornos de hierro de Bizkox, de los que tan solo quedan las ruinas de lo que fueron en su día.
Para facilitar el recorrido a los ciclistas y senderistas, algunos de los túneles disponen de un sistema de iluminación alimentado por placas solares, que si bien no iluminan perfectamente el interior del túnel, ayudan al menos a ver las paredes del mismo. Como podreís observar, si decidimos realizar parte del trazado a pie o en bicicleta, es recomendable llevar un buen calzado y un impermeable, puesto que en la mayoría de los túneles caen abundantes chorros de agua del techo.
A lo largo de la ruta también nos encontraremos con algunos túneles que están en muy mal estado, pasando por un tramo exterior habilitado para ello.
Una de las particularidades de este tren era el radio de curvatura tan pequeño que tenían algunos tramos, obligado por la orografía que debía atravesar por el valle de Leizarán. Otra de las particularidades es el desnivel medio de la vía. En el tramo de nuestra ruta partimos de una altitud de 432 m, llegando a una altitud de 87 m, en tan solo 18 kilómetros. Esto para nuestro coche o para los ciclistas es un paseo cómodo, pero para un tren de vapor que transportaba mineral, era un problema.
Continuando por el trazado del Plazaola, nos encontramos con la primera fuente del recorrido, donde podemos aprovechar para beber un poco de agua. Como podeís ver en la foto, tenemos hasta un vaso preparado en la misma fuente.
Seguimos por la vía pasando por más túneles y puentes para llegar al primer apeadero que se reconoce en nuestro recorrido. Se trata del apeadero de Ameraun, del que solo queda una pequeña losa de hormigón. Justo enfrente del apeadero, tenemos la primera minicentral eléctrica. Nos encontraremos alguna más antes de terminar la ruta.
Avanzando por el valle del río Leizarán, llegamos a otro de los aprovechamientos del cauce. En este caso se trata de una presa que crea un pequeño embalse aguas arriba, donde sale un canal por el lado izquierdo del río.
Poco más abajo llegamos a uno de los tramos más bonitos de nuestra ruta, donde el valle se hace muy estrecho y el río va encajonado entre paredes de piedra a nuestra izquierda. El lugar se llama La visera de Bertxin, porque el trazado de la vía está labrado en la roca, formando una visera sobre el camino. Os recomiendo parar en este punto para apreciar el paso del río Leizarán por el cañón formado entre las paredes de roca.
A partir de esta zona nos vamos encontrando carteles de madera en los que se puede leer el nombre de los distintos árboles que nos encontramos a ambos lados de la vía.
Algo más adelante, tras algunos túneles, podemos ver a nuestra izquierda, junto al río Leizarán, otra central eléctrica, esta de mayor tamaño que la vista aguas arriba.
Seguimos descendiendo por el trazado del Plazaola hacia Andoain entre un paisaje precioso, rodeado de bosques y con el río Leizarán a nuestra izquierda. Lleganmos a otro punto de nuestra ruta donde merece la pena detenerse para ver con detalle la siguiente minicentral eléctrica, que aprovecha un pequeño salto creado por una presa en el cauce del río. La curiosidad de esta presa es que tiene, en su estribo izquierdo, una escala de hormigón, por donde los peces migratorios pueden remontar el curso del río Leizarán en su viaje contracorriente en la época del desove.
Estamos llegando casi al final de nuestra ruta, pero aún nos queda por ver otra curiosidad más en el trazado del Plazaola. Se trata de una fuente sobre la que se encuentra un cartel en el que se puede leer lo siguiente: TXAKURRAK ZAINDU HEMEN ARDIAK DAUDE, que quiere decir: CUIDADO CON LOS PERROS, HAY OVEJAS.
Los últimos metros de la pista que nos lleva hasta el centro de visitantes de Otieta están arreglados con un firme de hormigón, pero sigue siendo bastante estrecho, por lo que debemos ir despacio. Ya estamos al final de nuestra ruta.
Como última curiosidad en esta ruta, si nos acercamos al último túnel, que es SOLO para peatones, podemos ver una placa en recuerdo al párroco de Andoain, D. Rosendo Recondo que fué atropellado por el Plazaola el 28 de junio de 1957.
La carretera Gi-3091 que sale del Parque de Otieta y sigue bordeando el río Leizarán, nos lleva a Andoain, que está aprox. a 2 Km, final de nuestra ruta.
Como en cada ruta que realizamos, debemos parar de vez en cuando para observar con tranquilidad lo que nos rodea. De esta manera podremos disfrutar de imágenes como las siguientes:
Espero que os guste la ruta. Y si os interesa alguna foto con más calidad, mandarme un e-mail.
Si deseas la ruta para GPS (UPT, RTE), pincha aquí.
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